Cuando diseñas un menú, un dossier o un catálogo, ves las páginas una detrás de otra: 1, 2, 3, 4…
Pero en imprenta no funciona así.
La imprenta trabaja con pliegos grandes que luego se doblan, cortan y encuadernan.
Y para que esas páginas terminen en el orden correcto, existe un proceso silencioso e indispensable:
la imposición.
Sin imposición, un libro quedaría con la página 12 al lado de la 3, la portada detrás del índice y la contraportada perdida en el medio.
Vamos a explicarlo de forma clara y útil.
La imposición es el proceso de ordenar y colocar las páginas de un documento para que, una vez impresos los pliegos, doblados y cortados, salgan en el orden correcto.
Pero no es solo mezclar páginas en una hoja grande.
Incluye:
La imposición es el puzzle técnico que hace posible el producto final.
Un catálogo sin imposición sería imposible de leer.
Cada hoja debe estar calculada según su tamaño y su uso.
La imposición incorpora tolerancias y ajustes vistos desde la producción real.
Una buena imposición optimiza el uso del pliego.
Si la imposición falla, falla todo.
La hace el RIP (Raster Image Processor), el cerebro del taller.
Sistemas como Fiery, Harlequin, Caldera, VersaWorks o Flexi:
Automático, preciso y diseñado para evitar errores humanos.
Perfecta para libretos, catálogos y revistas.
Las páginas se “cruzan”, porque al doblar el pliego cambian de posición.
Ejemplo para un cuadernillo de 16 páginas:
Un error aquí convierte un catálogo en un sudoku.
Esta es la imposición más usada en trabajos de:
“N-arriba” significa cuántas unidades caben en un pliego teniendo en cuenta:
Aquí entra la matemática práctica del taller.
Si tienes:
Entonces:
N = floor(Wᵖ / Wᵈ) × floor(Hᵖ / Hᵈ)
(donde floor() = redondear hacia abajo)
Tarjeta 85 × 55 mm
Con sangrado → 91 × 61 mm
Pliego SRA3 → 320 × 450 mm
en ancho: floor(320 / 91) = 3
en alto: floor(450 / 61) = 7
N = 3 × 7 = 21 tarjetas por pliego
Esto es imposición profesional.
No recortar una hoja en Word a ojo.
En documentos gruesos (catálogos, libros), cada pliegue cambia la posición interior de la página.
Si no se corrige, las páginas se desplazan hacia afuera.
El rebase compensa el grosor del papel.
Es invisible para el lector, pero vital para un resultado profesional.
Usada en producción industrial para:
Todo debe coincidir al milímetro, porque un error afecta a todas las piezas del pliego.
Varios trabajos distintos en un mismo pliego, optimizando producción.
Ideal para tiradas pequeñas variadas.
Pasan desastres como:
En imprenta, un milímetro mal puesto al principio son diez al final.
Cada proyecto pasa siempre por:
Nada se imprime en crudo.
Nada se deja al azar.
La imposición es parte del respeto al oficio.
La imposición no es opcional.
Es el paso que convierte páginas sueltas en un producto coherente.
En Taller42 la hacemos siempre, incluso para trabajos que otros talleres “imprimen tal cual”.
La diferencia se nota cuando llega la guillotina.